Al galope por el sur

A caballo, recorrimos una de las estancias ganaderas más emblemáticas de Puerto Natales. Entre bardas y pampitas, el paisaje nos condujo hasta la reconocida Cueva del Milodón.

La Patagonia sur posee un clima extremadamente variable. Se pueden experimentar las cuatro estaciones en escasas horas. Las nubes grises sobre el horizonte auguraban una pronta tormenta; pero con la premisa de que la región es absolutamente impredecible, nos atrevimos a viajar hasta la estancia Puerto Consuelo, donde nos aguardaban para salir en una cabalgata. Ubicada a 25 kilómetros al norte de Puerto Natales, Puerto Consuelo fue la primera estancia ganadera establecida en la zona, hacia el año 1893 por la familia Eberhard, de origen alemán. Recostada sobre el fiordo homónimo, cuenta con más de cinco mil hectáreas de pampa y bosques que abarcan desde el mismo golfo hasta el Monumento Natural Cueva del Milodón, descubierta por la familia alemana en el año 1895. Llegamos y, sin bajar del vehículo, me di cuenta de que la zona ofrecía hermosas vistas panorámicas compuestas por montañas, fiordos y mar. Las ganas de conocer más allá de lo que verificaban mis sentidos hizo que no dudara en ponerme las polainas y echarme a andar.

  • Estancia Puerto Consuelo

    Estancia Puerto Consuelo

  • Don Pedro, el baqueano

    Don Pedro, el baqueano

  • Caballos de distintos temperamentos

    Caballos de distintos temperamentos

  • Excelentes aperos de montar

    Excelentes aperos de montar

  • La cueva del Milodón

    La cueva del Milodón

Gustavo Souper y su esposa Heidi Ryan fueron los encargados de darnos la bienvenida. Ambos fundaron la compañía Estancia Travel, que organiza cabalgatas por la Patagonia de Chile. Los dos son experimentados jinetes –campeones de equitación en torneos nacionales durante dos años consecutivos– y decidieron combinar su pasión por los caballos con su conocimiento sobre el sur de Chile creando memorables paseos ecuestres, con programas aptos para principiantes y para jinetes experimentados. En esta oportunidad –y teniendo en cuenta los nubarrones–, optamos por la cabalgata de medio día hasta la cueva del Milodón. Conocimos a don Pedro, el baqueano que acompaña a Gustavo en las cabalgatas. Su buen humor eclipsaba su rostro curtido de casi 70 años. Sus manos laboriosas hicieron que en un santiamén todos los caballos estuvieran listos. Excelentes aperos de montar, compuestos por monturas y riendas chilenas, tejanas o inglesas, se lucían en los caballos criollos que nos invitaban a convertirnos en jinetes. Los caballos de Estancia Travel son de confianza, buena rienda y están en excelente condición física porque cuando no salen en excursiones son movidos a la cuerda. “Tu vas a ir en el ´Halley`, como el cometa” me indicó Gustavo. “Tenemos caballos de distintos temperamentos y conocimientos, que son asignados según el nivel de experiencia de los jinetes” agregó nuestro guía, mientras me acercaba el casco duro de equitación. A último momento, se sumaron al paseo dos turistas inglesas. Mary y Jane, madre e hija respectivamente. Realizadas las presentaciones del caso, emprendimos la cabalgata con dirección a la cueva.

En busca del eslabón perdido

Con buen paso, fuimos dejando atrás la estancia de los Eberhard. Comenzamos a atravesar una pampa que de a poco desaparecía entre una tupida arboleda de lengas, marcando un fuerte contraste. La vegetación estaba compuesta por lengas, cohiues, ñires, arbustos como la leñadura, chaura, ciruelillos, calafate, michay y siete camisas. Mary no había montado muchas veces. Para su suerte, el guía -que posee vasta experiencia en la materia- le ofreció ayuda e instrucción cuando fue necesario. De esta manera, todos disfrutamos de la excursión. Subimos por una barda para apreciar una hermosa vista de la región. Observamos el canal Señoret y la costa frente al Seno Última Esperanza. Giramos la cabeza y nos encontramos con el cerro Prat, la isla de los Muertos y con la ladera occidental del cerro Benítez, donde se encuentra la cueva del Milodón y otra conformación pétrea llamada Silla del Diablo. Como con Jane teníamos más experiencia, Gustavo nos invitó a galopar, mientras que Pedro se retrasó unos instantes, para continuar acompañando a Mary. A gran velocidad, salimos por el campo extenso, sintiendo el paso firme del animal cada vez que apoyaba sus vasos en la tierra. Disminuimos la marcha y, mientras esperábamos que el resto nos alcanzara, Gustavo nos comentó algunas de las características de la cueva que estábamos por visitar. “ La cueva del Milodón es una muestra de un proceso de la descomposición de un estrato rocoso de lutita, que formó este tipo de paisaje por la acción del agua de un gran lago” explicó Gustavo Souper. Resulta que en el interior de esa caverna, hallaron trozos de piel, huesos y otros restos de un animal desconocido, que fue identificado con el nombre de milodón. “El milodón fue un mamífero del orden de los endentados, de hábitos herbívoros y de andar plantígrado. Sus restos han sido encontrados a diferentes profundidades, lo que hace suponer que la cueva fue habitada por estos animales, hasta ser contemporáneos de los primeros cazadores primitivos” agregó. Para ese entonces, y sin darnos cuenta, nos encontramos frente a la cueva. Atamos los caballos a unos palenques y, después de abonar la entrada, ingresamos al predio. Este lugar está bajo la administración de la Corporación Nacional Forestal y fue declarado Monumento Histórico en 1968 y Monumento Natural en 1993. La cueva se encuentra a unos 150 metros y posee grandes dimensiones: treinta metros de alto, ochenta de ancho y doscientos de fondo. Caminamos por el interior apreciando las estalactitas que pendían del techo. Una estatua que recrea el tamaño real del milodón nos llamó la atención y las tomas fotográficas se multiplicaron. “Era gigante” aseguró Jane, mientras posaba junto al milodón de yeso para la foto. Luego de recorrer el predio y antes de regresar a la estancia, Gustavo nos invitó a degustar unos deliciosos snack en el restaurante ubicado frente a la entrada del sendero de la cueva. Finalmente, montamos una vez más los caballos y emprendimos la retirada. Ahora sí, los oscuros nubarrones ocultaban el firmamento. Unas gotas comenzaron a caer tímidamente y, al trote de los equinos, enfilamos para la estancia. El olor a tierra mojada, las grises panorámicas del retorno, el milodón, las mujeres inglesas, Gustavo, don Pedro, el silencio, el viento de la Patagonia y los caballos hoy forman parte del recuerdo... y de las ganas de regresar.

Autor Marcelo Sola Fotografo Marcelo Sola

Contacto de la excursión o paseo


Estancia Travel

Puerto Bories 13 b, Puerto Natales, XII Región, Chile

Teléfono Teléfono: +56 61-2412221

Tipo de tourTipo de tour: Cabalgata
Nivel de dificultadNivel de dificultad: bajo
DuraciónDuración: Medio día
HorariosHorarios: Salidas todos los días de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00
Cómo llegarCómo llegar: Un transfer de Estancia Travel pasa a buscar a los visitantes por el hotel donde se encuentran alojados.
Sugerencias Recomendamos llevar calzado cómodo, en lo posible no muy voluminoso. Pantalones cómodos, ropa impermeable, guantes y lentes.
Organiza tu viaje con: welcomeargentina.com | welcomeuruguay.com | welcomechile.com