Cuando se le pregunta a un conocedor qué significa esquiar en el Volcán Osorno, las respuestas siempre son las mismas, pasando de las características técnicas directamente a lo pasional. No hay nada más hermoso que tener la posibilidad de esquiar en un volcán, no solo por la calidad de la nieve que atesora año tras año, sino también por la mística que posee todo volcán.
El volcán Osorno se ubica a escasos kilómetros de las ciudades que rodean el espectácular lago Llanquihue, como Puerto Varas, Puerto Octay, Puyehue y la un poco más lejana Osorno. Es por eso que terminó por ser uno de los principales atractivos de la región cuando llega de la nieve.
El inicio de la actividad volcánica en la zona surge hace 200 mil años. Su historia refleja un complicado proceso de crecimiento e interacción con los extensos glaciares alojados en la región durante las glaciaciones, que lentamente fueron variando su forma. En la actualidad, tanto la cumbre del volcán como su cráter principal se encuentran completamente cubiertos por un glaciar permanente.
La mayoría de quienes lo visitan, tanto en la temporada invernal como en verano (todo el año se puede disfrutar de sus aerosillas), se alojan en la ciudad de Puerto Varas. Desde allí, son solo 60 kilómetros de excelente pavimento los que separan esta bella ciudad del volcán, todo en el contexto de un hermoso paisaje de montaña, bosques y lagos.
La telesilla, los trekking todo el año y la tirolesa (dicen, la más grande de todo Chile) son parte de los valores agregados con los que cuenta este centro de esquí. Tanto para chicos como para grandes la diversión está asegurada, como así también la seguridad en cada una de las prestaciones que brindan los concesionarios.
