Información sobre pesca con mosca en la Patagonia

El mundo de las moscas

Las truchas se alimentan de insectos acuáticos y terrestres, crustáceos, moluscos y pequeños peces forrajeros, en todos sus estados y/o ciclos de vida. El pescador, mientras pone una mosca y rechaza otras, debe tener conciencia de que su elección no se trata de una cuestión de suerte o gusto personal. Por el contrario, debe interpretar correctamente el tipo de insecto que los peces están comiendo en ese momento.

Atado de moscas

Insectos acuáticos

Son aquellos que poseen un origen larval que comienza en el agua y es allí donde transcurre la mayor parte de su vida: de uno a cuatro años, según el tipo de insecto. Se puede afirmar que las hembras desovan en el agua, luego los huevos eclosionan y dan origen a ninfas y larvas que viven hasta hacerse adultas. Cuando esto ocurre, ascienden a la superficie del agua y viven fuera de ella desde unos pocos días hasta algunos meses. Dentro de estos insectos se encuentran las mayflies, caddis, stoneflies, dragonflies y damselflies, además de mosquitos.

Insectos terrestres

Estos insectos que pueden ser imitados por el pescador con mosca son aquellos que viven en tierra firme y que pueden llegar a caer al agua accidentalmente y, por ello, resultan comidos por las truchas. Estas moscas imitan abejas, hormigas, avispas, gatas peludas y escarabajos.

Cangrejos, pancoras y forrejeros

En toda la Patagonia, la presencia de cangrejos y pancoras, al igual que la de camarones, es una constante que habita todos los lagos y ríos de la región. Estas especies se desplazan en los fondos, y muchas veces buscan refugio debajo de grandes piedras. Los peces forrajeros son pequeños pececillos o alevinos de distintas especies que pasan a formar parte de la dieta de las truchas y se desplazan en la mayoría de los casos a media agua.

Atado de moscas

Generalidades

A una mosca se la denomina seca cuando flota, ya sea que lo haga porque se trata de un insecto terrestre que cayó al agua o porque se trata de un insecto adulto, es decir que tiene alas. Por lo tanto, cuando pescamos con una mosca seca, debemos utilizar una línea flotante. Si la línea hunde nuestra mosca, las truchas percibirán rápidamente el engaño, ya que para ellas sucederá algo irracional. No debemos olvidar que las truchas conocen a la perfección el comportamiento de los insectos, mucho mejor que nosotros.

Un pescador pone una mosca de las denominadas ahogadas o ninfas cuando desea imitar el estado larval de un insecto que vive debajo de la superficie del agua. En estos casos, se utiliza una línea de hundimiento que profundice nuestra mosca. Este tipo de líneas poseen un peso propio que se mide en cantidad de metros a profundizar por segundos de tiempo real (metros X segundos) logrando con ello que la mosca llegue a la profundidad en que se encuentran las truchas. De acuerdo a la profundidad del cauce en donde se pesca y a su correntada, el pescador deberá inclinarse por algunas de la variedades de estas líneas.

Cuando hablamos de streamers, nos estamos refiriendo a moscas que, en realidad, imitan pequeños pececillos o alevinos que se desplazan a media agua. Para pescar con ellos, se utilizan líneas de hundimiento medio que permiten darle profundidad a nuestro engaño.

Imitadoras e impresionistas

Imitadoras e impresionistas

Dentro de las moscas se puede hablar de dos grandes conjuntos o grupos.

Por un lado aparecen las llamadas “imitadoras”, que semejan insectos que existen en la realidad.

Por otra parte, aparecen las moscas “impresionistas”, que no imitan nada de la realidad y se podría afirmar correctamente que a quien más impresionan es al pescador deportivo. Sin embargo, estas moscas también resultan atacadas por las truchas, ya que su presencia causa en los peces una fuerte molestia e irritación. Hay quienes sostienen que las truchas, al igual que la mayoría de los peces cazadores, son alcanzados por el principio de la territorialidad, el cual se basa en atacar todo objeto extraño que invada su territorio.