En un rincón de la naturaleza dotado de vegetación abundante y espacios silenciosos, la infraestructura del complejo termal asegura una estadía distendida.
En el Sur chileno, la Región de los Lagos es apreciada por sus características naturales, agrestes, y por la presencia de aguas cálidas beneficiosas para la salud. Las Termas de Coñaripe, en el corazón de ese reducto puro, ofrecen tratamientos relajantes para el cuerpo y la psiquis.
Viajamos desde Villarrica, dejando atrás las playas de Coñaripe, el espejo de agua del lago Pellaifa y la famosa cuesta de los Añiques hasta alcanzar el predio. Al ingresar, recorrimos las instalaciones y tomamos contacto con las distintas piscinas con pisos de piedra rodeadas por una vegetación frondosa. Fue fundamental realizar consultas acerca de las propiedades de las aguas calientes, sus beneficios y los tiempos adecuados de cada baño. Nos indicaron un circuito apropiado para nuestras necesidades.
Al aire libre, encontramos piletas con distintas temperaturas y barro termal. Adentro, nos llamaron la atención las piscinas semiabiertas o cubiertas con hidroterapia. En ellas permanecimos un rato largo para aprovechar los masajes eficaces que los chorros de agua a presión ejercían sobre nuestras contracturas de espalda, cintura y piernas.
El descanso entre baños es imprescindible y recomendado. Cómodos sillones diseñados para sentir el cuerpo relajado permiten prepararse para volver a ingresar a las piscinas. Las aguas termales suelen emerger de la tierra a temperaturas superiores a las soportadas por el hombre, por lo que deben ser reguladas. Tienen propiedades de relajación gracias a elementos naturales (calcio, magnesio, hierro, boro, sulfatos) que se combinan entre sí para lograr efectos terapéuticos. Se obtienen además mejorías en afecciones dermatológicas y del sistema nervioso.
A la hora de hacer un alto, nos instalamos en la confitería y restaurante para probar sus platos y refrescos. También conocimos el hotel y las coquetas cabañas; quizás en una futura visita podamos quedarnos unos días a disfrutar de esta terapia tan agradable. Las salidas por senderos de los alrededores que conducen a arroyos, saltos de agua y lugares de pesca son una opción magnifica para sumar a las cualidades saludables de las aguas termales de Coñaripe.
Silenciosa y omnipresente, la silueta del volcán producía un fuerte contraste con el cielo despejado de la IX Región de Chile. Bastó observar detenidamente para que me diera cuenta de que en el sector superior del cráter una liviana fumarola ascendía movida por el viento de la cima.