Pueblo Blanco

Pueblo Blanco se comienza a popularizar como escapada de verano en Neuquén. Por un día, la rutina queda de lado para conocer esta perla en el desierto.

Pasando Villa El Chocón, Pueblo Blanco es un destino bastante novedoso a orillas del lago artificial Ezequiel Ramos Mexía. Se trata de un turismo de cercanía, sin alejarse mucho de la ciudad de Neuquén, con la posibilidad de viajar con el auto propio y disfrutar de playas y sol.

Playas y arena cerca de Neuquén

A unos 90 km de la capital neuquina, Pueblo Blanco es uno de los destinos que florece en la provincia, más aún cuando los ambientes un poco alejados, serenos y plácidos son muy buscados. El entorno natural propone una experiencia similar a una playa de mar, por el color turquesa del agua y las dunas de arena. El encanto del lugar juega una partida en el boca a boca que hace que cada vez lo visiten más personas.

Las playas se sitúan del lado rionegrino del lago, sobre la ruta provincial 68. Siendo poco concurrido todavía, Pueblo Blanco es ideal para ir en familia, con reposeras y sombrillas al mejor estilo de vacaciones en el mar, con la salvedad de que no se puede acampar ni hacer fuego. El malecón peatonal recorre la costanera y evita el acceso de vehículos motorizados a la playa.

Es un paseo de un día con postales típicas bajo el sol que se están volviendo meca del turismo alternativo en Neuquén. Hay pocos servicios y proveedurías, de modo que es conveniente llevarse todo lo que se necesita para pasar un día en la playa, incluso, sombrillas o gazebos en caso de verano intenso, dado que no hay árboles para protegerse del sol. La vegetación es escasa y achaparrada.

Pueblo Blanco también se está desarrollando como urbanización en armonía con las bondades de un recreo ecológico y sustentable, nacida con un enfoque muy claro sobre ecología y paisaje natural que no debe modificarse. El embalse Ramos Mexía es el gran impulsor de esta región de la meseta patagónica, cuyas extensas costas azules permiten el turismo recreativo y el disfrute de un paisaje sereno y familiar.

Al tratarse de un emprendimiento privado, es necesario pagar una entrada para acceder a las playas. Esta entrada se cuenta por auto, así que es fácil prorratear y no será tan costoso. Está abierto de viernes a domingos y días feriados, a partir de las 9 hasta la puesta del sol. Otra perlita de esta playa ecológica es que ofrece un descuento en la entrada para aquellos turistas que regresen con sus residuos.

Autor Miriam Coronel Fotografo Interpatagonia.com

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